jueves, 19 de junio de 2008

De lo particular a lo general

Es inútil sacar conclusiones generales. Me niego a viajar de lo particular a lo general.

¿Podríamos decir que siempre que se hace teatro con niños sale bien por el éxito de la primera vez? No, no podría afirmar eso. El viernes, dentro del programa de viernes culturales del Centro Cultural, estrenamos la obra de teatro que había estado preparando con los niños de 5º y 6º de San Eduardo durante 3 semanas. Ellos lo hicieron espectacularmente bien, dirigiéndose al público, proyectando la voz, vocalizando, improvisando en la equivocación. Suponía para ellos la primera experiencia, pero se han quedado con las ganas de más guerra, y eso ya lo vale.

Tampoco podríamos decir que yo sea un pelotero excepcional y con agallas porque le haya dado dos veces seguidas con el bate. Podríamos achacarlo a la suerte del principiante, o a que con 20 niños de Cumayasa en plan observación exahustiva uno como que se pone las pilas. A ver, estilo no tengo, pero darle con el palito aquel y mandarla bien lejos, ya es todo un logro. Como nunca fui muy bueno en deporte, de lo demás no me acuerdo, sólo sé que corría cuando me avisaban, o me paraba en seco. Y que aún no he llegadoa comprender la mecánica del juego.

Por eso mismo, en conclusión, no podemos afirmar que el hecho de que me hayan vuelto a "acompañar" al cuartelillo de la policía implica que me pase la ley por la entrepierna, o que me tengan manía por ser blanquito, o que disfrute provocando a las autoridades. En realidad, ¿quién lleva encima la licencia de conductor?... nadie. En fin, todo acabó bien.

Pero insisto en que no se pueden sacar conclusiones generales de estos dos casos de mala suerte, tan puntuales y fortuitos. ¿O sí?