lunes, 31 de diciembre de 2007

Punto y seguido

Acaba hoy un año lleno de cambios, de novedades. Muchos 31 de diciembre me encuentro evaluando qué ha significado para mí. Es un ejercicio que me gusta, echar la vista atrás con algo de perspectiva, así como hacen en la tele con "los mejores momentos del año". Siempre encuentro motivos para estar satisfecho, aunque algunas otras veces me encuentro lamentando que poco haya cambiado, que el tiempo pase y pase dejando alguna nueva cana, quitando algo de energías... y poquito más.
Esta vez me siento muy afortunado. Aún no sé decidir bien para qué habrá servido todo esto, pero de lo que estoy seguro es de que camino, con todas mis dudas e inseguridades, mi pesimismo latente y una gran cantidad de contradicciones. Pero es p'alante que vamos, y que venga lo que tenga que venir, mirando hacia adentro para hacer limpieza, mirando alrededor para avanzar juntos.

Os deseo (me deseo) que sigamos caminando, buscando con curiosidad en un futuro aún por hacer.



sábado, 29 de diciembre de 2007

Y mientras tanto

Mientras yo cenaba en Nochebuena con los Padres Escolapios y las Madres Escolapias, el niño nacía. Es curioso, con tanta madre y padre es imposible no sentirse hijo, hijo de adopción. Ellas eran las anfitrionas, las que cocinaron y las que eligiron la música (ninguna queja ni de una cosa ni de la otra. Me quejo muy poco últimamente, tendré que revisarlo...)
Primera bendición, las monjas. No he hablado nunca de ellas, pero creo que se cruzan cada día más en mi camino, con mucha discreción, sin hacer ruido. Los que conocen este lugar son conscientes de la proximidad física de su casa, las puertas están a unos metros de distancia. Comparten cada día la eucaristía con los padres y poco más, salvo que algunas trabajan en los colegios. Desde el principio me he sentido acogido por ellas, son muy de ir por casa, de hecho se dejan ver con rolos y pinzas en la cabeza, como cualquier mujer de su edad, vamos. Son 4, algunas más jóvenes y otras más maduritas, pero perfectamente integradas en la dinámica del barrio, de la zona. Me pregunto qué hacen unas monjas en sus ratos libres, aunque no debe ser muy distinto a lo que hagan los curas.
También nacía el niño en Santo Domingo, comiendo con los Padres de la capital. Son entrañables y familiares, me dan conversación, y me llevan en bandeja. Y así ha sido también desde el primer día. Cuando uno ya no tiene abuelos, querría llevarse los ajenos a casa, que no le renieguen (o lo justo), que compartan sus momentitos sin mucho pudor, que disfruten comiendo y bebiendo, diciendo paridas de dudosa gracia pero partiéndose de risa.
Cuando sea mayor querría vivir en un sitio como el cole de allá, con esas habitaciones en las que corre la brisita del mar, con la mecedora de madera, la tele a toda castaña, el comedor con vistas y el vinito a punto. Me sentaría todos los días en el pasillo a leer hasta reventar, con un fondo de palmeras meciéndose al viento, y ese olor de final de la tarde a día que muere, con la luz ya cansina. Y si llueve mejor, porque repicaría en la barandilla y salpicaría mi ventana sin cristales de persiana de aluminio.
Y, sólo entonces, creo que sería feliz.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Feliz Navidad de calor


Parece que ya están aquí, después de meses preparándolas (la gente ya sacó los adornos a principios de noviembre), y de tantas esperanzas fallidas (como diría aquél), por fin han llegado...

BON NADAL A TOTS

Especialmente a mi familia, a la Fraternidad Escolapia y a los escolapios de todo pelaje y procedencia, a mis amigos de cerca y de lejos, y a todo aquel que se sienta de alguna manera formando parte de mí.

Que sea tiempo de encuentro, de vida, de descanso, de novedad.

Aquí, en la distancia, trato de vivirlas con intensidad, desde la sencillez de intención y la austeridad de hecho, lejos del consumismo (no hay con qué ni dónde) y cerca de otra gente con la que comparto ahora mi día a día.

Para qué negarlo, estoy pelín melancólico, son días de estirarle la oreja a la hermana que cumple años, y de estar en casa con los que uno más quiere. Afortunadamente, esto de las nuevas tecnologías ayuda a superar fronteras, y me siento un poco allí.

Os regalo el Burrito Sabanero en sus múltiples versiones, a cuál mejor, para que os ambientéis "a la dominicana". Aquí hace furor, y a mí me pone loco.

[Pinchad los enlaces y esperad un poco a que empiecen]

Mi burrito sabanero (salsa)

viernes, 21 de diciembre de 2007

Preparando las fiestas

Tratar de pensar en Navidades a 29º y en manga corta, es misión complicada. A pesar de ello, he tratado de vivir este adviento, mirando adentro y arriba, y no tanto afuera.
Diferentes desde luego van a ser. Extrañas.
Vivir cada momento con sencillez, contagiarme de la alegría de la gente y dejar paso a la novedad, va a ser la mejor forma de hacer posible el nacimiento de Jesús.

Ayer estuvimos en Brisas de aguinaldo, lo cual no sé teóricamente en qué debe consistir, pero lo que fue se resume en unas cuantas mujeres de la capilla, recorriendo los caminos y tratando de cantar unos villancicos que se sabían a medias, seguidas por otros tantos muchachos a la percusión, o aporreando panderetas a otro ritmo que no era el de las canciones. Estuvo muy divertido y entrañable, como en familia. Y sobre todo me sentí de allí.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Dibujo

La ventolera
Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie,
ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento,
a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara.
E. Galeano

Trato de encontrar aquello que busco. Con una tiza, dibujo en el suelo, trazando el mapa que me lleve hasta allí. Después, me calzo sombrero y pipa, me invento una nueva excusa y salgo a buscar, observando con lupa el camino que ando. Cuando me he cansado de mis propios pasos, y he perdido el rastro de aquello que me movió, vuelvo, borro con la mano el dibujo anterior, y pruebo con uno nuevo. Cada vez, el pulso es más débil, pero por el contrario el dibujo es más nítido, y cuesta más de borrar.
Cuando por fin me haya cansado de andar, miraré alrededor. Temo descubrir que el dibujo que ha quedado entre borrones no me gusta. Pero sobre todo me inquieta más comprobar que el rastro de tiza que hay por todas partes es señal inequívoca de las vueltas que he dado sobre mí mismo.

RGM

domingo, 16 de diciembre de 2007

3 momentos de sublimación

Viendo alguna foto que me llegó de gente de Valencia, llena de abrigos y jerseys, me entraron todos los calores del mundo. Miré la temperatura de allá, 4º, miré por la ventana de acá. Y me dije, a la playa que nos vamos, pero ahora mismo. Poco después ya estábamos disfrutando de la suave arena blanca y las tranquilas aguas de Bayahibe. No es cuestión de abusar (es mi segundo baño), pero tampoco de desaprovechar los pequeños placeres de la vida.
Segundo momento, las Fiestas Patronales de Cumayasa. Estrenan esta semana iglesia, más grande y espaciosa, levantada con sus colectas y alguna ayuda que otra. Han estado de fiesta toda la semana, son como las fiestas del pueblo. Rebosan alegría. Compartir con ellos un ratito en la tarde agarrados a un refresco, sentir que eres uno más, que se alegran de verte… es otro pequeño placer.
Tercero, Victorina, la santa. Aquella buena mujer, Dios la bendiga, inventó unas alitas de pollo, unas pechuguitas rebozadas con algún secreto ingrediente, que es delicia pura entre los dedos aceitosos.
Pica Pollo Victorina es una franquicia de pollo empanado en plan comida rápida, pero es mucho más que eso, es crujiente, es placer, es vida. Hay que encontrar un justo lugar en los altares para esta santa, cuya obra tan y tan bien alivia el cuerpo y el alma.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Al cuartel (2/2)

[Continuación de 1/2]
Con la impotencia, sólo conseguí aplicar la técnica del ataque frontal. En un tono algo subidito, les dije la verdad, que no entendía por qué me había parado a mí si nadie respetaba nada. Lo bien cierto es que el blanco aquí es el peculiar, el diferente. Me sentí tan observado como un sapo en una convención de orugas.
El teniente Taveras comenzó a incomodarse, ofendido con mis palabras, especialmente con el "nadie", y con el "nada". Y yo seguí, venga el improperio, creyéndome así estar haciéndome respetar.
De repente, en medio de los miles de razones y explicaciones, comenté que estaba con los Padres Escolapios, que colaboraba con ellos, y sobre lo injusto de bla bla bla... Fue entonces cuando se abrió el cielo, el tiempo se detuvo en seco, y creí ver al mismísimo Calasanz, cual sol refulgente y cegador, aparecer en forma de pregunta del teniente:
- Ah, ¿está usted con los Padres? Podemos conversar entonces.
Después, me dejó allí mismo y entró a un despacho, mientras yo miraba de reojo la montañita de llaves. Luego me indicó que entrara yo. El Coronel Jefe estaba allí sentado, impasible, con cara de querer dejar pasar todo el tiempo del mundo para irse a su casa a comer y dejarse de pamplinas. Me dio la palabra y yo, viendo claro el punto de entrada, me dediqué en pleno a rematar, que si colaboro con ellos, que vivo en la Parroquia, y ya ve usted, recién llegado de España, quién iba a saber….
- Denle salida al tema – fue todo lo que dijo. Y yo, gracias gracias póngame a los pies de su señora, salí del despacho haciendo reverencias.
Un minuto después ya era super colega del teniente Taveras, que para lo que quiera, venga el abrazo, él me pidió una misa por su alma y yo le pedí disculpas por el tono anterior, y le recomendé que se acercara por la parroquia, las almas buenas como usted se merecen ser escuchadas. Hacía tiempo que no me alegraba tanto de ser escolapio.
Así que, niños y niñas, nada de chulerías con la autoridad, sed buenos y poneos el cinturón (aunque no se lo ponga ni Dios).

martes, 11 de diciembre de 2007

Al cuartel (1/2)

Si estuviéramos hablando de Alemania, Noruega o incluso España, países en los que suele ser habitual respetar con exactitud las normas de conducción, lo podría entender, pero claro, tratándose de este país, en el que parece que todo vale (ver anterior entrada), nunca pensé que no llevar cinturón supusiera que te parara la policía.
- Por favor, su permiso de conducción.
- No lo llevo encima – le dije con naturalidad.
- Enséñeme una identificación.
- Tampoco, nunca salgo con el pasaporte.
- Acompáñeme al cuartel
- Está de broma, ¿no?
Supe que no bromeaba por el escudo de la manga y el pistolón del cinturón, aunque llegué a pensar que en realidad pretendía atracarme. Durante el camino le estuve intentando convencer sin éxito de que nadie lo usaba, de que me permitiera ir a casa a por la documentación… Nada. El hombre no se inmutó.
Llegados al cuartel, me indicó que debía ir a casa a por la documentación y llevársela, para después darme la multa que yo debía pagar en el Tribunal. No me hizo gracia lo de la multa por mis escasos recursos económicos. Pero me hizo menos aún saber que “El vehículo está confiscado. Deje las llaves ahí”, en una montaña de llaves sin dueño.
Esto empieza a cansarme, pensé, no llevo móvil, y sólo me sé dos números, el de Javier (que estaba tomando vuelo a Costa Rica) y el de Catalina, una colaboradora de la Parroquia.
- ¿Puedo hacer una llamada? – en las películas siempre dejan, por lo menos una.
Me indican un teléfono, y oh sopresa, no tiene salida a móviles.
Sin dinero para taxis, ni nadie a quien llamar, el coche confiscado, las llaves en una montañita y un corrillo de gente mirándome con brazos cruzados y cara de “Qué gracioso el blanquito éste”… me sentí bastante idiota. Y me empecé a cabrear.
..... Continuará

sábado, 8 de diciembre de 2007

Atropelladitos

Por los arcenes de las carreteras, por las aceras de las calles y en las esquinas, se acumulan restos, cantidades importantes de basura y desperdicios. Pero también me pareció ver plumas negras, sucias de tráfico y alquitrán.
Oí decir que aquí los ángeles de la guarda tienen demasiada faena. Yo no los he visto directamente, pero sí lo que queda de ellos. Son los atropelladitos. No creo en la imagen idílica de pelo rubio y ojos azules, los imagino sucios, medio mellados, con marcas de neumático cruzando la cara y los pelos negros de aceite de motor. Me cuentan que los han visto atravesados en la carretera, empotrados en el morro de un camión o encajados entre las ruedas de las guaguas. Y es que los pobres van como locos, sosteniendo a los 4 que se suben en un motoconcho, tratando de organizar los cruces en los que impera la ley del más fuerte, nivelando los cráteres de las carreteras… Ni un solo casco he visto, ni cinturones, ni señales. Los coches, muchos para el desguace, tratan de esquivarse constantemente, adelantando por cualquier lado mientras las motos salen en bandada aprovechando huecos y despistes. Supervivencia.
Suelo encargar dos atropellaos cada mañana. Prometo portarme bien. En el fondo me divierte.

martes, 4 de diciembre de 2007

Cuestión de elecciones

Era un tiempo fuerte de lluvias, las crecidas de los ríos se llevaban por delante cuanto encontraban a su paso, sin respetar nada ni a nadie. La gente sencilla, despachada de cualquier otro lugar en el que tuviera que pagar por la tierra que pisaba, se había establecido en las orillas de los cauces, esperando tiempos mejores y rezando por que el río siempre pasara de largo sin fijarse en ellos. El río solía respetar esta tregua sin condiciones, aunque miraba siempre de reojo esperando el momento de pegarles lengüetazo. Y por fin su momento había llegado.
Él, ajeno al mundo, acabó de freírse el huevo y lo depositó en el plato junto al beicon. Ya en la mesa disfrutaba de su desayuno, sorbiendo leche un momento, mojando con el pan el siguiente. Disfrutaba reventando la yema desde arriba, en un gesto seco. A su izquierda, el periódico entreabierto, y la chica de servicio, de pie, que lo ojeaba.
- Parece que se ha llevado a medio pueblo por delante.
- Ya ves. – contestó él – Desventajas de construir ahí. Ellos se lo han buscado – dijo sentenciando.
- No es realmente así. Les han desalojado de todas partes.
- Sí, pero ellos eligen siempre volver, es una cuestión de elecciones. ¡Cabezonería humana! Ahora que paguen por ello y no culpen al estado de su desgracia.
- El gobierno los saca siempre sin ofrecerles otro sitio en el que quedarse – añadió en tono serio.
- Con todo terreno que hay por ahí… Eso son excusas, hacen lo que quieren.
Ella levantó la vista del periódico y miró por la ventana, frunciendo el ceño.
- Nadie elige morir.
- Al que le disparan tampoco elige morir.
- No habrán visto otra solución.
- Pues ahora, que se jodan – dijo, dando por finalizada la conversación.
Y siguió mojando en el plato. El huevo, rotas sus barreras, se desbordaba por aquí y por allá. Él preparó con el pan un bocado exquisito, un poco de yema, un poco de clara, un trocito de beicon. Se lo metió precipitadamente en la boca, rechupeteando los dedos bien untados de aceite.
Ella se tragó la indignación sin encontrar más razones que argumentar. Y volvió a la pila a enfrentarse con la fregada.

El día menos pensado, él eligió morirse. O tal vez fue la muerte quien le eligió a él, o quien eligió ser muerta a través de él. Cuestión de elecciones. Era un domingo sin fecha en el que no había nadie por las calles, y la gente se levantó tarde y sin ganas. El teléfono de la funeraria sonaba, aburrido y cansino, consciente de la indiferencia que despertaba.
Al velatorio no llegó nadie en toda la mañana. A última hora se acercaron dos monjas que buscaban algún alma por la que rezar. Y un campesino entró después, sombrero en mano, con la cabeza gacha buscando las hormigas que corrían por el suelo.
Ella se acercó y le dijo en voz baja:
- Lo siento.
- Yo también, me debe dinero. – y levantó los hombros resignado.
Nadie más en el pueblo acudió. Pero me contaron de alguno que, al oír la noticia, expresó en tono neutro:
- Que se joda.
Y continuó su camino sin perder más tiempo. Y la gente volvió a los cauces, y la vida siguió como siempre.
Rubén G.M.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Factor sorpresa


Cambiar una rueda es fácil. Cambiarla cuando no es tu coche y estás en un camino perdido de Cumayasa, en medio de un apagón general, no lo es tanto. Si además no cuentas con linterna ni móvil, y la última que cambiaste fue hace por lo menos diez años, y además eres un ceporro pesimista, resulta bastante más complicado. Por suerte, un niño de diez años que te explica cómo funciona un gato puede ser una buena lección de humildad, el móvil de Catalina, una fuente de luz inagotable, y reírse de uno mismo, el mejor remedio contra la mala suerte. Pronto puede llegar más ayuda, y al final todo sale. Al menos ellos están acostumbrados a la supervivencia, a vivir con el imprevisto pegado a la espalda, y lo asumen con total normalidad. Conclusiones (3): 1.-Mantenerse a la defensiva y hacer de la incertidumbre un hábito. 2.- Dejar espacio al factor sorpresa para no ahogarte sin él. 3.- Muerte al cuadriculamiento.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Del cielo a la tierra

El cielo.
Estoy muy contento de pensar las posibilidades que hay de trabajar en muchos sentidos, en particular en la animación lectora. En Santo Domingo estuvimos visitando SM, los padres tienen una muy buena relación con ellos. Y así, de pronto, hablando amigablemente con el Director de la Editorial, repasando lugares comunes. Por la noche, en la entrega del 1er Premio de Literatura Infantil, también coincidimos con el Presidente de la Fundación SM. Gente con pasta pero sobre todo con mucho interés en desarrollar proyectos de proyección social. Justo justo lo que nosotros tenemos. Y, por qué no, disfruté de sentirme coleguita de la crème, oye. También en la capital estuvimos con la gente de CAJIR (Consejo Asesor de Juventud Rural), un matrimonio español que lleva 13 años volcando su vitalidad, iniciativa y tiempo por la gente de este país. Una lección de entrega, y me pareció ver mucha ilusión en su faena. Nos dieron juguetes para las ludotecas.
La tierra.
Un ligero paseo por La Puya, barrio de Santo Domingo que cae hasta tocar el río, es suficiente para hacerse una idea de cómo están. Perderse en la colmena de casas es sentirse una verdadera mierdita. Mirar con pudor es tratar de ver sin juzgar, sin conclusiones, sin juicios fáciles. La pobreza urbana es sucia, es saturación visual y acústica, de niños, de calles, de basura. En fin, mucha faena. Admirable labor la del P.Escrivá de pasar de mirar a ponerse las botas y mezclarse con esto. Espero poder estar pronto por allí.
Estar entre el cielo y la tierra, pasando de uno a otro en un movimiento de péndulo, te sitúa en algún lugar indeterminado, que se llama posiblemente desubicación.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Cercanías

Creo que todo es un poco más sencillo aquí, lo escolapio es más evidente. El estar al lado de los pobres es tan esencial que no hay interpretaciones posibles.
También los actos grandes parecen más vivibles. El sábado se ordenó el primer escolapio dominicano, un tipo joven y muy normal. Estuvo el tema bastante entretenido, de un estilo cercano y sencillo. Incluso el obispo, por rimbombante que luzca el hombre, habló con cordura, un lenguaje entendible y un mensaje claro y cercano al pueblo. Parece increíble tener que destacar esto pero a veces no es "tan" evidente.
Entre la gente que vino para esto, y las visita de los "jefes", la casa ha estado bastante animada. Ya se han ido Rudy y Paco (Viceprovincial y Provincial). El primero, cercano y muy divertido, con una forma de entender la misión que apuesta seriamente por los laicos. El segundo, se ha mostrado contento y agradecido, muy sensible a la realidad que ha visto. Ha participado en todo lo que ha podido y creo que se lleva una muy buena impresión.
La verdad es que delante de mí no se han cortado un pelo, y esa confianza es de agradecer. Viviendo con ellos ves las luces y las sombras y, aunque soy bastante cabezota, creo que les entiendo un poco (poquito) mejor. Aún así hay cosas que me sacan de mis casillas, y ya me preocupo de enseñárselas, pero buscando los momentos oportunos. Tampoco quiero que me echen, que de pasta voy justo y no tengo pa'l billete de vuelta.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Andando al paso

La escuelita de Brisas del Mar empieza a volar. Tras el exitazo del primer día (cero niños), la cosa ha ido remontando. Me dejo la voz (hay que conseguir más gritando menos) pero ellos están tan contentos. Dicen "profesol, profesol" como 3.065 veces al día y "póngame tarea" otras 2.876. Los niños son iguales en todas partes (Amaltea, Carmen o cualquiera de los "nuestros"), aquí posiblemente con un corazón más limpio pero con menos trabajo de fondo. Muchos están por escolarizar, así que hay que empezar desde cero. A alguno incluso se le ha escapado algún que otro bocado a las ceras de colores, yo lo entiendo, es que apetece.
El sabor que me queda es agridulce, contento pero con la inevitable pregunta "qué coño hago aquí" rondando en la cabeza. No la respondáis, ya la sé. La cuestión es vivirlo así.
El P.Provincial y Viceprovincial siguen por aquí, viéndolo todo, preguntando. El P.Montesinos está contento, y con él los demás. Tiene mucho que decir en todo esto.
Os dejo unas fotos, aunque las mejores me las guardo para mí... ;)

lunes, 19 de noviembre de 2007

Leptospirosis

Casi tres semanas después de las lluvias, la pobreza investiga nuevas formas. Lo que entonces fuera tormenta, ahora es leptospirosis. Es una enfermedad que transmiten las ratas con su orina, habitualmente en zonas donde las condiciones higiénicas son infames, y se acumulan aguas infectas, desechos y basuras. Hasta la fecha son 21 muertos, básicamente al sur del país, un poco más allá de Santo Domingo, donde la tormenta fue más cruel, y donde siguen pagando las consecuencias.
Por otra parte, los políticos siguen en campaña, a 7 meses de las elecciones. Esta gente vive en una campaña continua. El PLD (de un tal Leonel Fernández) ostenta el poder, que se disputan PLD y PRSC, cuyo candidato, Amable Aristy, se pasea por el país regalando gallinas y cerdos, e incluso dólares en mano a los que van a sus mítines. En La Romana los repartió desde su helicóptero, lo que causó un enorme revuelo de gente saltando a por los billetes. Pa verlo. Este partido se vende como “el partido de los pobres”, aunque la gente lo vive con resignación, consciente de que la corrupción llega a todos los niveles, con una desfachatez inusitada.Mientras tanto, los apagones son constantes, el agua no se puede beber, las calles por asfaltar... Resignación.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Actividades

Hoy pensaba contar un poco de lo que hago aquí en mi día a día, que algunas personas me han preguntado. La verdad es que no lo sé muy bien, hago un poco de mucho o mucho de nada. En realidad, llegué con la tarea de colaborar en el proyecto de Educación No Formal, y de continuar de alguna manera el apoyo que ya hicieron Juan Pablo y Mónica. Se podría decir que, a menos de un mes de mi llegada, sigo en un proceso de observación y adaptación, aunque tal vez uno nunca acaba de acostumbrarse. Para ajustarnos a algo, podríamos decir que colaboro en:

- Bibliotecas y salas de tareas en los barrios. Trato de ir una tarde a cada una, a Villareal, Cristo Rey, Cumayasa y la recién inaugurada Brisas del Mar (que tras el exitazo del primer día - cero niños - necesita un poco más de apoyo). La faena es básicamente apoyo escolar, y dar vidilla a las bibliotecas, animación lectora y demás.
- Proyecto Calasanz Nos Une (a partir de ahora, CNU). Grupo de voluntarios, uno en cada barrio (a los ya mencionados añadir S. Eduardo y La Paz), que se encargan de un día de campamento al mes con los niños de los barrios. Es una especie de VES, sólo que la frecuencia de formaciones y contacto con los nanos es mucho menor. Me toca colaborar con Catalina en la formación y el acompañamiento de voluntarios.
- Gestión de Proyectos, o más fácil, ayudar a redactar, recopilar información y apoyar los proyectos para la obtención de recursos económicos. En este momento, estoy con el del Centro Cultural.
- Selección del material enviado en los contenedores, o sea, cientos o miles de cajas de libros, juguetes, material escolar... enviados desde Valencia, que hoy esperan almacenados a un pobre inocente que les meta mano.
- Actividades culturales varias. El nuevo (desde abril) Centro Cultural "Calasanz" necesita albergar actividades de todo tipo. De momento, unos cuantos cursos y charlas. Para acabar la semana, "Viernes culturales", que dependen de la semana, vídeo-fórum, charla-debate, concierto de música... y un teatrito navideño que tengo que montar yo y no tengo ni idea de por dónde empezar. Más del tema cultural: aparte de las bibliotecas, tengo que dedicarme a la animación a la lectura con alumnos del cole de S.Eduardo, me ilusiona la idea aunque no sé cómo lo haré (Carlos, confío en ti).
- Scouts, de momento apoyar a los más pequeños, que necesitan un grupo "estable" de gente que los coordine.
- GEC (Grupo de Espiritualidad Calasancia), de momento es una vez al mes pero pretende pasar a quincenal, colaborar en la preparación de materiales y seguimiento del grupo.
- Está en proyecto la creación de un grupo de teatro y, si es posible, un corito de alumnos del cole que al parecer está empezando, de momento es sólo una idea.
- Está en proyecto también el contacto con La Puya, en la capital, Santo Domingo. La idea es aplicar esta misma estructura de Educación No Formal y CNU a lo que ya están haciendo allí y también de alguna manera mantener el contacto con el proyecto en el que participaron los voluntarios.
- Dependiendo de cómo vayan las cosas, igual cabría la posibilidad de coger algunas clases en el cole de S.Eduardo, especialmente en los bachilleratos técnicos (especialidad Turismo/Informática).

La realidad es tan cambiante que no sabría definir un día "tipo". Podría ser ordenar las cajas de libros llenándome de polvo hasta las cejas y rodeado de arañas y humedad; y por la tarde acudir a alguna biblioteca de los barrios, a ayudar o a hacer promoción (publicidad). O tal vez preparar o evaluar los campamentos. De momento, la realidad manda.

Aunque los que "mandan" son el P.Provincial y el P.Viceprovincial, de visita por aquí a partir de mañana. Y la rutina huye.

Dejo una foto para que me veais en acción (pinchando sobre ella se ve más grande).

lunes, 12 de noviembre de 2007

Tren de la caña de azúcar

Y volvimos de Higüey por la carretera que discurre en pararelo a la vía del tren de la caña (que usan para transportar la caña de azúcar, una vez recogida). Y todo era verde, campos extensos de azúcar, algún que otro camino que se adentra en rectas perfectas, hacia perfectos olvidos. Y de nuevo las casas de madera, los colores, la gente apostada en los caminos, mirándonos pasar pero viendo pasar el tiempo, como el tren, sin detenerse. Unos puntos blancos sobre negro, negro profundo. Y, aunque las ganas invitaban a bajar y quedarse allí (tocando, conociendo), pensé que tenía que pensar en el concepto de pobreza que traigo de casa. ¿Buscar lo fácil o rascar lo escondido? Pobreza material, pobreza de estructuras, de formación, de posibilidades... ¿De nuevo las mismas reflexiones? De nuevo. Otra estación. Otro comienzo.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Cine de barrio

Hay ciertas actividades que cuesta imaginar cómo resultarían en casa de uno, por ejemplo algo tan simple como la proyección de una película y un vídeo fórum posterior. Parece que, en la ciudad, cada uno va a su aire y el que quiere ver una película ya se la baja o se la copia. Aquí resulta todo un evento.


Ayer se proyectó en el Centro Cultural de S.Eduardo la peli "Pequeña Miss Sunshine", dentro de las actividades de los Viernes Culturales, que tratan de animar la vidilla cultural de la zona bajo la idea calasancia de fe y cultura. Un portátil, un equipito de sonido, y la gente entregada, unas 150 personas. Divirtió y emocionó, y suscitó algunas aportaciones posteriores. El tema era "la familia", que por trillado que a mí me parezca aquí es fundamental, por la gran dispersión que se da. Embarazos, abandonos del domicilio familiar por parte de los padres varones (que andan en general más bien desaparecidos), matriarcados solitarios, niños "pegados" (abandonados a su suerte por sus madres y recogidos cuando ya sirven para algo) y muy poca responsabilidad (o corresponsabilidad) general. El otro día vi en la tele un anuncio del Gobierno, que proclamaba "Ser padres es también cosa de hombres". Y es que aquí no parece tan obvio. Después de la peli, me entró una poca nostalgia. Ahora me estoy acostumbrando a mi otra familia. He pasado de unos padres a otros "Padres", en régimen de acogimiento familiar. Son majos pero como los míos, ninguno.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Dificultades técnicas

NOTA de la Redacción:
Para quienes tengan problemas añadiendo un comentario, he escrito una pequeña explicación de cómo proceder. Está en el mismo formulario donde se escriben, en la parte de la derecha. Para quien no quiera registrarse (la mayoría), simplemente hay que elegir como identidad "Otros", para luego completar únicamente nombre y comentario.
Espero que esté un poco más claro... Gracias por escribir a pesar de todo, vuestras respuestas me animan y motivan. Nos vemos

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Celebración de la voz humana

Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban, dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos conversaban con las manos.
La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito. Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof, condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores; discutían, se abrazaban, se peleaban; compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quie la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

"El libro de los abrazos", Eduardo Galeano.

martes, 6 de noviembre de 2007

De campamentos y tecnología

Ayer estuve en Villareal, otro de los barrios del área parroquial. Allí hay un grupito de voluntarios muy majo, aunque les pude ver sólo un rato, porque después vino el apagón habitual y nos quedamos a oscuras, los mosquitos y nosotros. La sala de tareas es en la capilla, como en los demás barrios, y a los muchachos se les veía ilusionados.

Aquí los campamentos se organizan una vez al mes, simultáneamente en todos los barrios. Es como en el verano pero sólo un día, de voluntarios y niños, en plan talleres, o juegos, o cualquier otra actividad.

Por lo demás, el parque automovilístico se rebela. A la dificultad con la batería de la pasola (moto), se ha unido que la guagua (furgonetilla en plan setentero) no arranca, dejándonos en manos del carrito (cochecillo prehistórico con goteras que va a 40 km/h bajo riesgo de recalentamiento) y de la camioneta, que afortunadamente funciona. Un despliegue tecnológico, oyes.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Brisas

En Brisas del Mar, el tiempo no existe. Tampoco las calles, caminos perdidos entre montones de piedras, barro y hierbas. Los que sí existen son los niños, pequeños y grandes, casi siempre "apretaos" (los más morenos), con la cabeza llena de coletas y bolas, y unos ojos negros, negros. Es excesivo decir que todos son muy guapos, así que diré "casi todos".
Hemos estado yendo casa por casa para publicitar la apertura de la nueva sala de tareas con biblioteca, como las que ya existen en Cumayasa o Villareal. La respuesta ha sido muy buena, de primeras les encanta todo lo que suponga aprender y mejorar, aunque luego la asignatura pendiente sea la constancia. Es muy motivante, porque además está casi todo por hacer en este sentido.
Luego, eucaristía en La Paz. El P.Alonso y yo hemos aportado la planta eléctrica, pues a esas horas suelen estar en pleno apagón. El evangelio de las Bienaventuranzas me ha recordado a la Fráter, así que hemos estado unidos, aunque sea por una milésima (que es lo que me suelen durar los pensamientos).
Los mosquitos siguen a lo suyo, hacen turnos investigando el milímetro cuadrado que me he dejado sin repelente, y allí clavan. Ojalá se atraganten.

martes, 30 de octubre de 2007

Depresión (II)

Sigue lloviendo, y ya llevamos casi 4 días. Al parecer se llama tormenta tropical Noel, y ha dejado ciertas zonas del país incomunicadas y dos decenas de muertos. Aquí no ha pasado gran cosa, gracias a Dios, aparte de inmensos charcos por todas partes, y los niños en sus casas porque se ha decretado que no vayan a clase. En realidad parece una medida algo desproporcionada, visto que no han podido prever el desastre que ya se ha producido.
Los apagones son constantes, de hecho ayer casi todo el día estuvimos sin luz. Los que ya conocen este país saben que es algo asumido y normal. Quien tiene planta de electricidad puede pasar (pagando el alto coste del gasóleo), y quién no.... pues a verlas venir.
Hoy hemos estado en Santo Domingo de visita. La comunidad de allá me ha recibido estupendamente y me he sentido como en casa, así que muy contento. Tengo pendiente conocer la Puya, pero será otro día con más tiempo. Se acuerdan con mucho cariño de todos los que han pasado por allí, especialmente los de este verano.

lunes, 29 de octubre de 2007

Depresión (I)

Estamos de depresión, depresión tropical. Fuera no para de llover. Parece que el país se paraliza, muchos niños no van a la escuela, la gente no acude a las reuniones... La verdad es que ha caído bastante y no parece despejar.
Yo sigo en plena adaptación, con tranquilidad, mirándolo todo, intentando memorizar los nombres de la gente y de las calles (ayer salí a andar en plan investigación y me perdí a dos manzanas desde la puerta).
También me estoy adaptando a la Comunidad, al estilo de vida sencillo, al ritmo de comidas, de oración. Y... me cuesta.
Ayer estuve en una reunión de GEC y muy bien, las motivaciones escolapias de la gente me dan a mí cuatro vueltas. Pobre ingenuo.

sábado, 27 de octubre de 2007

Ya por aquí

Ya he llegado, por fin. El vuelo en general bien (salvo por la señora con algún problema mental que gritaba "Me quieren matar, me quieren matar!! y las constantes interrupciones para comidas, meriendas...) aunque dormí bastante poco (lo cual es raro, de sobra es conocida mi habitual habilidad para mimetizarme con el medio de transporte). A la llegada, Javier y el P.Monzó me recogieron. Y ya estoy instalado, en una habitación de la planta de abajo, en la Comunidad de Cristo Rey, cuartito sencillo pero suficiente, en el que dormiremos unos cuantos mosquitos y yo, al menos hasta que arreglemos las mosquiteras.
Ya hoy he estado conociendo el terreno, que ya más o menos me sonaba de hace 5 años.
La comunidad la forman, como algunos ya sabéis, Javier Alonso, Alberto, P.Monzó, Flavio y el P.Elías. De momento muy bien con todos, tendré que ir adaptando los ritmos a mis nuevos compañeros "de piso".
En fin, estoy contento, me voy a tomar mi tiempo de paciencia y calma, el cambio de paisaje, ritmo y espacio vital es brutal, así que trataré de vivirlo con sencillez y alegría.

jueves, 25 de octubre de 2007

A punto de


Ahora sí que está todo el pescado vendido. Después de meses de dudas y algunos días de preparativos (los menos), estoy a punto de tomar el vuelo que me lleve a La Romana. Ahora me debato entre los nervios, el desasosiego vital y la ilusión. Una vez cerradas las maletas queda lo mejor, horas de vuelo y la emoción de lo nuevo.
Mañana más... desde allí, si Dios quiere.

Gracias a todos por estar conmigo estos días. Espero poder vivir con vosotros esta experiencia