viernes, 26 de febrero de 2010

Apátrida

Me declaro apátrida desde hoy mismo.

No quiero saber de himnos ni escudos ni banderas, y ni oír hablar del orgullo nacional.

No quiero saber de patriotismos baratos plantados sobre las raíces de independencia de pueblos vecinos.

No quiero saber de ejércitos nacionales preparados para defender el país de hipotéticos males que amenazan su seguridad, y que se camuflan de excusas a la hora de invadir países.

Aborrezco los escáneres de los aeropuertos, los que te hacen sentir sospechoso de andar y respirar, un presunto terrorista mientras no demuestres lo contrario.

Aborrezco las diferencias de trato a unos y otros, quiero para todas las fichas del parchís el privilegio de tirar el dado y avanzar libremente, para negros, amarillos, blancos, verdes y azules.

Aborrezco a los que se autoexculpan de racismo, pero ven una constante amenaza en el diferente.

Aborrezco la hipocresía de los que se solidarizan con los pueblos que sufren, pero no con las personas individuales que los componen, y ni oír hablar de las causas que los oprimen.

Me siento de todas partes y de ninguna.

Me siento un humano del mundo, un pasajero en tránsito.

Me inquietan e incomodan las fronteras, las que trocean los caminos que ando, las dicen aquí sí, allí no, mientras yo levanto mi pasaporte español, y como machete en la selva, voy abriéndome paso en el mundo, dejando atrás a millones de personas encerradas en sus jaulas nacionales.

Disculpen mi ingenuidad, pero sueño con un mundo sin barreras, en el que no existan las diferencias económicas abismales que empujen a la gente a abandonar sus familias, amigos y vecinos para aventurarse en un lugar desconocido.

Disculpen mi ingenuidad, pero este mundo me duele.

4 comentarios:

eva dijo...

guau!!

menudos últimos post!!
ánimo, niño y gracias por seguir compartiendo.

besos de colores

Anónimo dijo...

Me has dejado impactada Rubén, sabia que tenias un corazón enorme y honesto, pero hoy descubrí que dentro de ese cuerpo luchador, exigente y noble hay un corazón que esta dispuesto no solo a dejar su familia por un tiempo y darse a otro, sino a sacrificar lo que tenga por cambiar este mundo.
Gracias por habernos elegido para enseñarnos tanto y nunca te olvidaré. TQM

Anónimo dijo...

Me has dejado impactada Rubén, sabia que tenias un corazón enorme y honesto, pero hoy descubrí que dentro de ese cuerpo luchador, exigente y noble hay un corazón que esta dispuesto no solo a dejar su familia por un tiempo y darse a otro, sino a sacrificar lo que tenga por cambiar este mundo.
Gracias por habernos elegido para enseñarnos tanto y nunca te olvidaré. TQM lily

Lily dijo...

ah y no era ningun anonimo jejejeje