jueves, 3 de diciembre de 2009
Olor a final de año
domingo, 15 de noviembre de 2009
Mejor mañana
sábado, 31 de octubre de 2009
Distancias y profondos
martes, 27 de octubre de 2009
D-vuelta
lunes, 28 de septiembre de 2009
Ansiedad
jueves, 20 de agosto de 2009
Policromía
miércoles, 12 de agosto de 2009
Ganas renovadas
miércoles, 24 de junio de 2009
miércoles, 17 de junio de 2009
Recuperando la perspectiva
sábado, 13 de junio de 2009
Y Peter voló al final

lunes, 8 de junio de 2009
Mosquiland
Pegadas al sudor de mi piel hay 4 pequeñas patas desordenadas, de rayas de tigre e intenciones sospechosas. Miro de cerca y espero. Espero lo inevitable. En su gran escala, el insecto resquebraja mi piel con su trompa que busca el infinito y absorbe lo ajeno. Me duele pero no me muevo. Ya no.
Miles de otras pequeñas patas desordenadas van llegando a miles de otros puntos de mi cuerpo. Rastrean cada detalle minúsculo a escasos milímetros de un cuerpo que no es suyo. Los picores llegan entonces de todas partes, se confunden unos con los otros en una infección más mental que física.
Pero yo ni me muevo. Ya no.
Mosquiland anida en las rendijas de lo oculto. Acude en la noche, especialmente en el sueño, para hacerte un poco más vulnerable. Acude también en la mañana mientras el espíritu se saca las telarañas con desgana y tiene las manos ocupadas. Primero es uno o dos puntos de enganche, pero luego se extiende, siete, veinte, trescientos. Busca los pliegues y cavidades, no se muestra públicamente. Pronto todo se confunde y no hay dónde escapar porque no hay división entre tu mundo y el suyo. Entonces es cuando te tiene preso y sabe que puede ser cruel porque estás en sus manos.
Pero también de Mosquiland se sale. Se requiere un cierto espíritu dramático del que cree que no hay nada que hacer. Consiste en darse gravedad, exagerar, ver millones de patas desordenadas de rayas de tigres donde posiblemente haya sólo cuatro. Y después, habiendo tocado fondo sin mucho más que perder, y creyendo firmemente en poder recuperarse, uno cierra los ojos y se tranquiliza. Después, se habla despacio diciendo “yo puedo vencer”. Mosquiland se resigna y poco a poco va recogiendo sus redes, como un pescador en un día de poco trabajo, con apatía. Y se va por donde vino, dejando todo en su sitio, el cuerpo inmóvil y el sudor aún en la piel.
lunes, 1 de junio de 2009
Frágil equilibrio
miércoles, 27 de mayo de 2009
Ida y vuelta al primer mundo
martes, 12 de mayo de 2009
Surrealismo dominicano
viernes, 24 de abril de 2009
Cultura forever (I)
jueves, 23 de abril de 2009
Conciencia natural
viernes, 10 de abril de 2009
Pico Duarte
martes, 24 de marzo de 2009
Alboroto
Otro adiós (II)
lunes, 16 de marzo de 2009
Otro adiós
Compartir la vida. Compartir ilusiones, rostros, resquemores, pero sobre todo la rutina.
viernes, 6 de marzo de 2009
Rosario
lunes, 2 de marzo de 2009
1er Encuentro "Calasanz nos une"
lunes, 23 de febrero de 2009
MIRes (II)
martes, 17 de febrero de 2009
MIRes
domingo, 15 de febrero de 2009
Lo inesperado
jueves, 12 de febrero de 2009
¿Crisis? ¿Qué crisis?
domingo, 8 de febrero de 2009
domingo, 1 de febrero de 2009
Barniz
domingo, 18 de enero de 2009
Cooperación
miércoles, 14 de enero de 2009
Fluir
viernes, 9 de enero de 2009
Ojos (II)
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